7 prácticas imprescindibles para una transformación digital eficaz
La revolución digital está lejos de haber terminado, y el gasto mundial en proyectos de transformación digital (DX) sigue acelerándose; se prevé que alcance los 3,6 billones de dólares en 2026. Sin embargo, a pesar de las enormes sumas invertidas, la mayoría de las iniciativas de DX no alcanzan sus objetivos.
Las organizaciones no tienen más remedio que persistir, porque el éxito de la DX crea valor competitivo a través de la automatización, la integración de datos, la transformación de la TI heredada y la aceleración del tiempo de comercialización.
En pocas palabras, no puede permitirse equivocarse.
En este blog, salvamos la distancia entre la ambición y el logro destacando los pasos estratégicos clave para comprender, ejecutar y supervisar su estrategia de transformación.
1. Comprender el problema.
Para resolver un problema primero hay que saber cuál es. Aunque esto pueda parecer obvio, en la práctica nunca es sencillo. Las empresas son ecosistemas intrincados de tecnología, cultura y personas. Los problemas suelen tener causas complejas, e incluso las soluciones adecuadas son disruptivas o pueden encontrar resistencia sobre el terreno.
Abrumadas por la complejidad del problema, las organizaciones se ven tentadas a tomar atajos. Toman la decisión instintiva de "apostar" por una tecnología concreta sin tener debidamente en cuenta su impacto en los procesos empresariales o el cambio de mentalidad necesario para garantizar su adopción.
El otro error es ir de la A a la Z de un solo salto en un intento de alcanzar la "madurez digital".
Es mucho mejor introducir la DX por fases para poder hacer un seguimiento de su eficacia y realizar cambios graduales para incorporar ganancias transformadoras.
2. Contratar a las personas adecuadas y asesorarse por terceros
DX no significa que tenga que dotar a su organización de arriba abajo de "nativos digitales" de la Generación Z. Por supuesto que no. De hecho, Gartner señala que los empleados de la Generación Z a menudo carecen de las habilidades interpersonales necesarias para afrontar el cambio.
Los empleados con experiencia probablemente hayan pasado por al menos un ciclo de DX y podrán anticiparse a los problemas, quizá no con la tecnología en sí, sino con el proceso de cambio.
La DX se basa en la agilidad, la innovación y el pensamiento creativo, por lo que se necesita una combinación de experiencia, conocimientos y formación para trabajar de forma integral en un cambio creativo.
Una habilidad clave de gestión es reconocer cuándo se necesita ayuda externa y, a continuación, obtener la mejor ayuda y asesoramiento. Si está automatizando procesos empresariales complejos mediante la implantación de software como ServiceNow y Workday, debería tener la confianza necesaria para buscar asesoramiento externo.
3. Desarrollar habilidades para la transformación
El reto del cambio puede sacar lo mejor de las personas y despertarlas a nuevas oportunidades. Las organizaciones tienen que aprovechar esta circunstancia mejorando la cualificación de los trabajadores para alcanzar y avanzar en sus objetivos digitales. El valor y las ganas de aprender son tan importantes como las competencias digitales que figuran en el CV.
La relación entre DX y los empleados suele considerarse problemática. Aunque puede ser así, el cambio transformacional también transforma a las personas, que a menudo sacan a relucir habilidades y creatividad que no sabían que poseían.
El crecimiento de sus empleados es también su crecimiento, ya que una mentalidad de confianza y optimismo se alinea con sus objetivos digitales.
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4. Mitigar el riesgo de fracaso, aprovechar las oportunidades
La mayoría de los proyectos DX fracasan en la consecución de sus objetivos estratégicos porque el marco para el cambio era defectuoso y/o la gestión del cambio era demasiado inflexible para detectar riesgos y oportunidades a medida que se desarrollaba la ejecución del proyecto.
Una serie de herramientas de gestión del cambio pueden mitigar estos riesgos y ayudarle a aprovechar al máximo las oportunidades. Por ejemplo, los sistemas de inmunidad digital (Digital Immunity Systems) reducen el tiempo de inactividad tecnológica agrupando los datos acumulados de análisis, operaciones, diseño y desarrollo para identificar problemas. Las plataformas de adopción digital (DAP) facilitan la incorporación de nuevas tecnologías y mejoran radicalmente la velocidad y la eficacia de la adopción.
Gracias a la IA y al análisis de datos, las DAP ofrecen a las organizaciones una visión de alto nivel de las prácticas de los trabajadores, lo que hace mucho más fácil y productivo adaptar los flujos de trabajo o introducir formación adicional.
5. Invertir en la tecnología adecuada
Hemos hablado mucho de mentalidad y adopción, y muy poco de las propias tecnologías digitales. No obstante, está claro que componer la pila tecnológica adecuada es una prioridad absoluta.
La gestión del cambio define los criterios de elección y el proceso de toma de decisiones. La elección debe "pertenecer" no sólo a los informáticos (que, naturalmente, tienen un papel decisivo en ella), sino a todas las partes interesadas, es decir, a todos los miembros de la organización. Cuanto mejor se informe a los usuarios finales sobre la tecnología que se va a implantar, mayor será su aceptación.
Entre los errores estratégicos más comunes se encuentra la elección de un proveedor "de renombre" que pueda ofrecer un soporte deficiente o un proveedor especializado que no publique actualizaciones de seguridad o quiebre.
Incluso cuando la elección del software es indiscutible, como es el caso de Microsoft 365, hay que tener en cuenta otras consideraciones porque no todos los empleados necesitan acceder a todas las funcionalidades del ecosistema de Microsoft.
Los espacios de trabajo digitales como Workspace 365 organizan y personalizan quién consume qué software, para todas las aplicaciones desplegadas en la organización, no solo Microsoft.
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6. Fomentar una cultura del cambio
Sin un cambio de mentalidad y de prácticas culturales, es probable que los proyectos de DX resulten decepcionantes.
He aquí una lista de lo que puede hacer, y de las preguntas que debe hacerse, para sentar las bases de una cultura adaptativa:
- ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestra cultura?
- ¿Invertimos suficiente tiempo y esfuerzo en comprender las necesidades de nuestra mano de obra?
- ¿Se sienten capaces de comunicarse honestamente con la dirección?
- ¿Hemos establecido los canales adecuados para obtener opiniones?
- ¿Sienten nuestros empleados que pueden marcar la diferencia y contribuir a DX?
- ¿Estamos siendo sensibles a sus objetivos y puntos débiles en este proceso?
Esto debería ser algo más que un ejercicio de marcar casillas.
Usted tiene que ser lúcido y franco al responder a estas preguntas y estar decidido a afrontar y resolver cualquier problema que surja.
7. But it all begins with great communication
Concluimos haciendo énfasis en lo que ha sido el hilo conductor de todas estas prácticas imprescindibles: la comunicación. El liderazgo auténtico no consiste sólo en decir, contar, reclamar y persuadir: es igual de importante escuchar. Y mostrar.
Herramientas como los lugares de trabajo digitales o las plataformas de adopción digital son un diálogo entre lo que necesitan los empleados y lo que favorece los objetivos DX de la gestión del cambio.
Si usted no explica el cambio a los empleados -que son los que tienen que hacer realidad la transformación-, está abocándose al fracaso. No hay mayor perjuicio que les puedas hacer, porque el éxito y la reputación de tu empresa os pertenecen a todos.
Dirija con humildad y competencia, proporcione a sus empleados las herramientas que necesitan y vea cómo prospera su negocio.
Dyanix es un proveedor líder de soluciones en el amplio ámbito de la transformación digital. Si desea obtener más información sobre cómo un lugar de trabajo digital y una plataforma de adopción digital podrían acelerar su estrategia de transformación, póngase en contacto con nosotros.
